Leopoldo confiado con tres desistimientos de cargos

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El asfalto que trepa hacia la entrada del aeropuerto fue ocupado a las 10:00. Unas 11 patrullas repletas de Policías armados tomaron el control de la terminal aérea por donde Leopoldo Fernández, el exprefecto de Pando, se despidió de Cobija, otra vez.

A las 11:30, Fernández, Evin Ventura, Marcelo Mejido y Herman Justiniano, todos enjuiciados por la matanza de Porvenir, volaron de regreso a La Paz para esperar a que el 31 de julio se reinstale otra audiencia del juicio. Están confiados porque, tras una viaje de inspección ocular, creen que los benefició y luego de que una de las acusadoras del caso y dos testigos de cargo presentaron su alejamiento del juicio y uno de ellos pidió la anulación de la causa.

Optimismo

Karlo Brito y Alberto Morales, abogados del exprefecto, reían a carcajadas dentro de un snack del aeropuerto Aníbal Arab, de Cobija. 
Es más. El ‘cacique’ ha pasado de defenderse a la acusación. 

“Todo este caso fue un montaje y ahora hay indicios de ello en los retiros de denuncia”, dijo Morales. De entre quienes desistieron de acusar, la defensa obtuvo un memorial dirigido a la Defensoría del Pueblo y a la Fiscalía General del Estado, en el que solicitan el cierre del caso por una presumible manipulación política. 

Y eso se verá en la próxima audiencia.

Para Mary Carrasco, abogada que representa a las familias de tres maestros normalistas paceños asesinados en Porvenir, el juicio no será afectado. “No le hacen nada al juicio esos papelitos”, dijo la querellante.

Según la abogada, no existe la figura legal de desistimiento de denuncia ante el juez. Por otra parte, opinó que Haensel y Borobobo se enfrentan a un “serio inconveniente legal” al retirar sus declaraciones acusatorias, debido a que lo hicieron en calidad de testigos del Ministerio Público y bajo juramento, de modo que si ahora se retractan “cometen el delito de falso testimonio, que es penado con cárcel”.

A su vez, el fiscal Erwin Sarmiento, que también voló de regreso a La Paz, muy prudente, se limitó a decir que no había sido notificado de los de-sistimientos, pero que en cualquier caso, los delitos de orden público, como terrorismo y asesinato, se persiguen de oficio, aun cuando los afectados se retiren del caso.

Son las 11:40 y el aeropuerto está vacío como un cementerio. Se fueron los policías que no dejaban circular más que a pasajeros con boleto en la mano. Se fue el exprefecto Leopoldo Fernández, aislado por los servicios de seguridad, como ocurrió el 16 de septiembre de 2008. 

Poco antes de irse a continuar con su juicio en la sede de Gobierno, dejó un mensaje a su familia y a los pandinos: “Todo este calvario ya tiene siete años, pero se nota a lo lejos que está acabándose”

 

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