Robo de mineral cobra cuatro vidas

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Foto: El Diario

Al menos 30 jucus (ladrones de mineral), provistos de dinamitas y armas de fuego, atacaron un puesto de control militar en el sector denominado “Bunker”, en Huanuni-Llallagua (Oruro), el martes en la noche y producto del enfrentamiento perdieron la vida cuatro personas, declaró ayer el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), William Cordero.

“De acuerdo con informes preliminares que llegan de la ciudad de Oruro, la cantidad de muertos sería cuatro, personas que fueron heridas con proyectiles de armas de fuego, pero por la gravedad de las lesiones llegaron a fallecer”, informó en afirmaciones a radio Fedecomin.

Más temprano, en conferencia de prensa que brindó el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, habló de una cifra oficial de dos fallecidos, pero horas después, se confirmó que el número de muertos había subido, dato que fue confirmado por la Fiscalía y el Comando de la Policía de Oruro, según informaron agencias de noticias de alcance nacional.

El ministro Zavaleta explicó que los jucus intentaban asaltar las vetas de estaño del cerro Posokoni en Huanuni, una mina de propiedad del Estado boliviano. “Ellos provenían de Llallagua. Atacaron con dinamitas y armas de fuego a una patrulla en un punto de control. Los militares respondieron al fuego”, puntualizó.

Aparentemente, las cuatro víctimas eran del grupo de jucus. El ministro identificó a uno de los fallecidos como José Luis Nicolás García (31), nacido en Llallagua, y quien falleció en el Hospital Obrero de Oruro.

Otro de los fallecidos es Miguel Ángel Aserico Mamani (21), identificado como socio de la empresa minera Siglo XX.

Según los familiares de Aserico, la causa de la muerte fue por hemorragia interna y externa, producto del impacto de proyectil que habría ingresado por el hombro derecho con salida por la espalda, empero en horas de la madrugada de ayer falleció.

Miguel Ángel dejó en la orfandad a dos niños pequeños, realizaba trabajos en la cooperativa 20 de Octubre de Siglo XX y la falta de ingresos económicos habría alentado al joven a robar mineral, convirtiéndose en “jucu”. La familia de Aserico de condición muy humilde instaló una capilla ardiente en su domicilio, ubicado en la zona 22 de Diciembre del municipio de Llallagua.

Según los allegados, el grupo de jucus habría sido emboscado por efectivos militares, quienes dispararon a matar.