Todo sale de los sistemas del INRA

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Dos nuevos elementos contundentes se suman a las denuncias por avasallamientos ilegales en el departamento de Santa Cruz. La primera es la constatación de que la irrupción a tierras productivas es ejecutada por una mano negra que actúa bajo las sombras en el INRA. La otra novedad es que los grupos utilizados para los avasallamientos capitularon. Ya no quieren seguir siendo utilizados en un negocio millonario del que ellos apenas ven el polvo del camino, o en este caso dicho más propiamente: no ven ni la sombra del atardecer. En los diarios de estos días se pueden leer noticias apocalípticas sobre la crisis que se avecina en el sector agropecuario cruceño. “Una devastadora sequía ha afectado la siembra de invierno”, dicen los diarios y anuncian millonarias pérdidas. Pero este no es el tema central de la entrevista con el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). Vamos a volver a hablar sobre el avasallamiento de tierras en el oriente boliviano con Julio Roda, presidente de una de las organizaciones más influyentes del país.

Más tarde en el casco viejo de la capital Oriental, nos entrevistamos con el líder de la Colonia Canadiense II, Wilhelm Unger Reimer, para que nos cuente sobre el avasallamiento a sus tierras por parte de un grupo de “campesinos” así denominados pero que en realidad son personas utilizadas por las mafias que trafican con la tierra que les genera millonarias ganancias ilegales. Este joven descendiente de campesinos alemanes proviene de un grupo de menonitas de tercera generación que se asentaron en el país hace más de 30 años. No viste el acostumbrado mameluco con el que se identifica a este grupo. Él, al igual que muchos de su edad en la CCII viste jeans, zapatillas deportivas de marca y utiliza un moderno celular. De acuerdo a dat0s recopilados en Fegasacruz en la actualidad existen alrededor de 60 colonias menonitas legalmente asentadas en el departamento de Santa Cruz.

En medio de la incursión a la propiedad de la CCII y ante la presencia de algunos medios de comunicación, los falsos “campesinos” develaron en su propia defensa que la información sobre la localización del predio y otros datos que deberían ser de uso reservado y de valor confidencial del INRA salieron de los sistemas computarizados de esas oficinas.

Tras develarse esa información, se ha formado un cerco de refugio en el corazón de la organización que aglutina a los industriales agropecuarios del departamento, para apuntar con testimonios fehacientes la ilegalidad de estos grupos marginales que en los últimos 10 años operan con tentáculos de complicidad en niveles de la justicia y hoy se sabe del propio INRA. A julio Roda le cae muy mal que sectores afiliados a la actividad agroindustrial y productiva con vocación de trabajo e inversiones sufran está clase de atropellos.

El presidente de la CAO dice que los avasallamientos eran el pan de cada día cuando se inicio la actual administración gubernamental; que a nombre del partido, supuestas “organizaciones sociales” se dieron a la tarea de cometer innumerables avasallamientos a la propiedad privada. Julio Roda precisa que se contabilizaron 156 incursiones ilegales a propiedades privadas. “Es de ahí que abrimos una relación muy positiva con los ministros del presidente Morales y con el vicepresidente. Fruto de estos encuentros se comenzó a elaborar la Ley Contra el Avasallamiento; después de un año y dos meses se promulgó la ley que ha disminuido considerablemente la cantidad de avasallamientos”. Dice que a la fecha  son apenas cuatro. Julio Roda destaca la concertación que se dio con las autoridades de Gobierno para frenar el abuso.

Pero lamenta que hace algunas semanas atrás, “sorpresivamente, se volvieron a registrar nuevos avasallamientos”. Lo delicado de esta figura es que los propios avasalladores manifestaron que habían tenido acceso al sistema del INRA. “Quiere decir – dice Roda – que hay filtración de información que sale de esas oficinas como lo corroboran los mismos avasalladores”. En algún momento de nerviosismo los ilegales declararon que tienen acceso al sistema informático de la institución. Julio Roda afirma sin vacilar: “quiere decir que estos grupos invaden propiedades valiéndose de información confidencial porque atacan predios productivos o áreas en producción”. Se alarma; “eso es lo más grave”, afirma.

“Da la casualidad que estos grupos ingresan a propiedades con inversiones y en plena producción, quiere decir que están organizados con abogados y especialistas. Lo digo claramente, porque el día del avasallamiento a la Colonia Canadiense II los avasalladores tenían hasta una máquina perforadora de pozo; quiere decir además que no son personas de escasos recursos, son gente que tiene plata y están articulados de forma profesional para hacer esta labor”. Comenta que en la incursión ilegal que se produjo a la Colonia Canadiense II, tenían moto-sierras, movilidades de precios razonablemente caras y hasta máquinas para hacer caminos. “Le aseguro que no son campesinos sin tierra, son traficantes de tierras. En el caso de la zona de Guarayos tenemos documentos que prueban fehacientemente que las tierras que han sido revertidas a productores agropecuarios o están en litigio, cuentan incluso con documentos de transferencia; ese es otro hecho grave, porque están vendiendo propiedades que no les pertenece. Tenemos en nuestro poder ocho documentos de transferencia en los que consta que se ha vendido la propiedad de gente inocente, gente que llega de Occidente y se las estafa. Es realmente un tema delicado que desanima al productor, lo pone a la defensiva, le quita las ganas de invertir y genera inseguridad.  Esa incertidumbre desincentiva al productor”.

¿Hasta dónde llega la complicidad de estos grupos en otros niveles?

Lamentablemente hay mucha corrupción entre abogados, fiscales, jueces y lo peor es que no hay detenidos. Los cabecillas de estas redes de avasallamiento deberían estar presas para sentar precedente porque si no se los detiene esto tiende a continuar. Repito que  en el avasallamiento a la Colonia Canadiense II los invasores dijeron que tenían acceso al sistema computarizado del INRA; claramente eso significa que sabían que el pedazo de tierra que pretendieron apoderarse está en fase final de titulación. Quiero señalar que ésta información ya está en poder del presidente Morales, del ministro Cocarico y del presidente del INRA. Las autoridades actuaron de forma inmediata y los avasalladores salieron de la propiedad.

¿Esta gente debe ser sancionada?

El proceso debe avanzar contra la gente que rompió el alambrado, perforó pozos en los cultivos y destruyó parte de la infraestructura; esta gente debe ir detenida. Hay que sentar precedente para que estas situaciones no sigan ocurriendo en el departamento.

¿Es importante la posición que han asumido las autoridades para frenar estos atropellos?

Hemos tenido un buen accionar con el ministro Romero en el tema de desalojos y con el ministro Cocarico que ha actuado rápidamente para solucionar el problema. Estamos en muy buen camino de poner freno a  estos atropellos que preocupan al sector productivo.

Dice usted que estos grupos abusan a gente inocente ¿qué le hace pensar de esa manera?

Una vez que estos grupos consiguen su objetivo comercializan la tierra, la venden. Tenemos documentos de que así ha sucedido. No hay pruebas pero si testimonios que afirman que hay conexión de esta gente con jueces, fiscales y funcionarios de algunos niveles que protegen a los avasalladores. Esto nos hace pensar que hay un chantaje, buscan gente que por su origen son ultrajados en su desempeño agropecuario.

¿Cuál es el papel de la CAO en este y en otros temas?

Nosotros tenemos el mandato de ayudar a todos los productores de Bolivia a través de Confeagro; de proteger el desarrollo, pelear créditos; importación, exportación,  temas impositivos y todos lo inherente a la economía y al desarrollo de la agropecuaria. En este cuadro la invasión a la propiedad agraria es preocupante porque es nuestra obligación por mandato  defender a todos los productores sean estos nacionales o extranjeros. Ciertamente hay que destacar que si llegamos a este nivel es por el apoyo absoluto y decidido del Gobierno, de lo contrario no hubiéramos podido hacer nada. Hay un apoyo  del presidente Morales, del vicepresidente Garcia Linera, de sus ministros que nos están ayudando a extinguir el problema.

La versión de Wilhelm Unger Reimer (un Menonita de III Generación)

El principal dirigente de la Colonia Canadiense II cuenta cómo fue la invasión a sus tierras en un diálogo directo y de muy pocas palabras. Al igual que al presidente de la CAO a Wilhelm Unger le preocupa que esta gente cuente con información facilitada por el INRA. Pero así como en su momento provocó preocupación, el caso acabó resultando emblemático porque sale a la luz pública un detalle que no es menor. “La información salió del INRA, está saliendo, todo está en el sistema”, dijeron los ilegales el ser sorprendidos en su ilegalidad.

Todos coinciden que esta auto-delación es un avance significativo. Un  avance que facilitó el desalojo. Wilhelm dice que están agradecidos a las autoridades y a la CAO por el apoyo. La gente de la CCII tiene la esperanza de que está problemática se controle definitivamente y se frene esta clase de abusos.

¿Cuándo se produjo la invasión a su propiedad?

El 22 de julio ingresaron a la Colonia.

¿Cuánta gente puede precisar?

Eran como 35 familias, poco más de 100 personas.

¿Ustedes evitaron el enfrentamiento?

Podríamos haber actuado y sacarlos pero no quisimos provocar más anormalidad. Queríamos que los desaloje el INRA como corresponde por ley.

¿Cuánto tiempo permanecieron en la propiedad?

27 días más o menos. La presión de la prensa, de la CAO y luego llegó el INRA, pero realmente se retiraron asustados y voluntariamente.

¿Cuántas familias se aglutinan en torno a la Colonia Canadiense II?

Somos 350 familias.

¿Qué extensión de tierra tiene la colonia?

23.700 hectáreas en seis títulos propietarios.

¿Desde cuándo están asentados en Santa Cruz?

Desde 1974.

¿Cómo llegaron a Bolivia?

Nuestros abuelos. Ahora somos la tercera generación que trabajamos en la colonia.

¿A qué se dedican?

Un 80 por ciento de la gente se dedica a la ganadería y el resto a la agricultura.

¿Qué extensión de tierra cultivan?

16.000 hectáreas en las que trabajamos ganadería, producimos leche y sembramos soya y trigo.

¿Venden su producción al mercado interno?

Sí a toda Bolivia.

¿Qué extensión de tierra de la propiedad fue invadida?

4.300 hectáreas.

¿Tienen miedo de que pueda volver a ocurrir otra invasión a su propiedad?

Estamos tranquilos.

¿Cuál fue la reacción cuando llegaron los avasalladores?

Nos comunicamos con la CAO y nos ayudaron.

¿Creen que es una injusticia lo que les ha pasado?

Sí, no solo con nuestra colonia sino en propiedades privadas productivas también está pasando lo mismo.