Bolivia en la cúspide del consumo de bebidas alcohólicas

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Foto: Matutino Opinión, Cochabamba

El presidente Morales ha declarado que hay programas que asistimos en la televisión que incrementan la violencia. La posición del primer mandatario no deja de ser cierta pero cae en un peligroso vacío al tratar de asociar inseguridad pública con los efectos nocivos de las películas que vemos  en el cine y por televisión. Evo no dice nada de los noticieros que generan las noticias del día a día poco recomendadas para menores de edad. El primer mandatario se ha referido también al consumo  de bebidas alcohólicas y dice que su Gobierno tiene un plan para detener la masificación del alcoholismo que cunde en el país. Más allá de esas dos constataciones,  alentadoras para muchas madres bolivianas, el mandatario ha manifestado en concreto que su administración impulsará castigos a los que disfrutan vendiendo alcohol a los chicos  y que los menores serán también pasibles a sanciones si la exigen en lugares y horas prohibidas.

Hasta antes de esa declaración -no sabemos cómo será después- nadie se escandaliza cuando alguien en la familia, incluso menores, amigos o compañeros de trabajo se emborrachan para festejar algún acontecimiento; más aun, quien no lo hace pasa a ser poco reconocido y es el menos valiente del grupo. Nadie parece horrorizarse cuando en plena vía publica después de la fiesta del Gran Poder, pudo haber encontrado hijos, hermanos o a algún pariente desmayados en las calles por tomar sin control. En este asunto la sociedad parece vivir con un trastorno de bipolaridad, incluido el presidente Morales que tres días después de esa declaración no se percato que varias calles de los barrios populares de la sede de Gobierno estaban infestadas de “borrachinis” arrojados en plena vía pública por beber sin control.

El alcoholismo es una enfermedad entendida como tal por la OMS desde 1950 y en términos generales, afecta a aquellas personas que no pueden controlar su forma de tomar. Ya paso más de medio siglo y la educación y prevención al respecto continúan siendo ínfimas. DATOS consultó con especialistas en toxicología y todos coinciden en afirmar que “cada vez los casos de intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas son peores porque se combinan con el uso de otras drogas principalmente la marihuana y la cocaína. Los especialistas advierten que “falta crear conciencia de los peligros de la ingesta desmedida de alcohol por parte del Estado”. Sugieren se implementen campañas sanitarias que eduquen e informen acerca de los riesgos y las consecuencias por este tipo de de intoxicaciones.

Es muy común desde los medios dar cobertura cuando de decomisos y tráfico de drogas ser trata, pero del alcoholismo que es una enfermedad que puede conducirte a la muerte, casi no se habla. En ese sentido las palabras del jefe de Estado en la Cumbre de Seguridad Ciudadana celebrada en Santa Cruz es una muy buena señal, que debe, sin embargo, acompañarse de acciones efectivas. Otro de los peligros según los especialistas es que los mensajes que llegan de la publicidad muchas veces son falsos; marcas de famosas bebidas al lado de mujeres hermosas, o que el consumo de alcohol no origina violencia y en otro extremo que la gente se comienza a alejar de un bebedor para preservarse.

Estadísticas. Bolivia ocupa el primer lugar en el consumo problemático de alcohol entre Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay, según revela una encuesta que mide la Escala Breve de Bebedor Anormal de Alcohol (Ebbaa)  Un 48.9% de la población encuestada dio positivo en el test. El documento dice que la ingestión problemática de bebidas alcohólicas es “cualquier forma de ingestión de alcohol que directa o indirectamente provoca consecuencias negativas para el individuo o para terceros; en las áreas de salud, armonía familiar, rendimiento laboral o escolar, seguridad personal y funcionamiento social”.

En Bolivia, sigue el texto, “casi uno de cada dos consumidores de alcohol dieron positivo en el último mes”. La encuesta cubrió las nueve ciudades capitales del país y El Alto. Se la hizo a 9.300 personas entre 12 y 65 años. La muestra reveló que el alcohol es la droga lícita de mayor consumo en el país. El 37.7% de la población lo ingiere. “Aproximadamente tres de cada cuatro personas dicen haber consumido alcohol alguna vez en su vida, seis de cada 10 lo han hecho el último año y cuatro de cada 10 el último mes”. La mayoría de los bebedores está en Santa Cruz (85.7%). En segundo lugar está Sucre y luego en La Paz. Según el test Ebbaa, uno de cada tres consumidores de alcohol tuvo dos o más problemas asociados a esa práctica. El mayor porcentaje (25.8%) tuvo conflictos con su familia. El informe indica también que los varones beben más que las mujeres, pero que es preocupante el nivel de consumo femenino.

Jaime Soliz, fiscal de Distrito de Santa Cruz, explicó, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que el consumo de alcohol en Bolivia se ha incrementado en un 300% en los últimos cuatro años. De acuerdo a la autoridad el 53% de las causas penales en Santa Cruz tiene que ver con el excesivo consumo de bebidas alcohólicas.

Pastilla contra el alcohol. Al lado de tan malas noticias se ha anunciado recientemente  que hay una droga para combatir el alcoholismo. La píldora ya es usada en Italia y Austria con el nombre de Alcover “no es la solución mágica, pero es el primer fármaco con probados buenos resultados contra una masiva patología”, reveló el psicoanalista Eduardo Kalina. El profesor titular de Farmacoterapéutica y Neurobiología de las Adicciones de la Universidad del Salvador (Usal) considera que el Alcover (oxybato de sodio) “es una nueva dimensión en el tratamiento del alcoholismo que en Italia ya es utilizado por unas 350.000 personas”. Cada año se suman 20.000 adictos a los tratamientos con esta solución líquida, que aun no se conoce en Bolivia.

Al hablar de adicciones, el Dr. Kalina dice que el alcoholismo es una de las enfermedades que más crece en el mundo. “En los últimos años esta enfermedad se agravó vertiginosamente, sobre todo en los jóvenes. La razón: el alcohol dejó de ser un componente de la alimentación y pasó a ser usada como droga. “Se busca el golpe inmediato, llegar al límite. La estupidización se volvió un ideal social”, sostiene el experto. “No hay ninguna política de estado contra esto. No hacen ningún estudio contra la adicción. Se han olvidado del futuro inmediato y de los jóvenes que se están arruinando el cerebro”. Y alerta: “no se prevé el enorme gasto en salud pública que habrá en los próximos años”.

El Dr. Kalina explica que no hay soluciones mágicas contra el alcoholismo. “Tiene que ser dentro de un tratamiento y cada caso hay que estudiarlo”. Recomienda acompañarlo con psicoterapias individuales, familiares o grupales y un estudio general de la personalidad, porque toda adicción es una esclavitud. Cuanto mayor alcoholismo, mayor violencia en la sociedad”, asegura el experto para quien la cocaína agravó la situación. “Es la droga de los torturadores, sino ¿cómo se puede explicar que haga semejantes barbaridades?”.

En Bolivia el 37.7% de la población consume alcohol

Nuevos métodos para combatir la adicción al alcohol. La píldora se llama Alcover pero no ha sido todavía patentada en el país.

La píldora podría convertirse en el remedio ideal para curar el alcoholismo aunque no se sabe su costo ni la masificación del producto farmacológico. Según una medición de la Comisión Nacional de Drogas, Bolivia es entre seis naciones de la región (América latina), el que registra mayores niveles por el consumo de alcohol. Los indicadores señalan que la edad  de inicio se concentra a los 19 años y que 4 de cada 10 consultados en la muestra confesaron que consumen regularmente bebidas alcohólicas. El alcoholismo se ha generalizado en el país por la enorme cantidad de fiestas religioso-paganas que indistintamente acaban en borracheras.