Cachuela Esperanza: Del auge al abandono

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La población de Cachuela Esperanza es la síntesis de una triste historia, a pesar de haber sido uno de los centros industriales más codiciados durante el “boom” de la goma.

La goma y la castaña son para el Oriente lo que la plata y el estaño significaron para el Occidente. Cachuela Esperanza es una población ubicada a orillas del río Beni en el departamento que lleva el mismo nombre, frontera con Pando. Cuando se llega a la población, la primera impresión es el deterioro de sus construcciones que datan del tiempo de la colonia. Muchas de ellas están a punto de desplomarse. El teatro es celebre y se mantiene en buen estado. Dicen que aquí se escuchaban muy buenos conciertos de trovadores, declamadores y poetas. Espectáculos a los que acudía la aristocracia que explotaba la goma. En los años 30 se pasó la primera película sonora llegada a Bolivia.

La leyenda cuenta que el explorador y médico norteamericano Edwin Heath a punto de naufragar  junto a su expedición en 1880, divisó una remota posibilidad para evitar ser absorbidos por el torrente de las aguas. Entonces uno de sus ayudantes preguntó: “¿Hay posibilidad de que no perdamos nuestras vidas?”. Libres del percance decidieron bautizar el lugar como Cachuela Esperanza. Dos años más tarde, salvó su vida Nicolás Suárez en una embarcación que contenía 4.000 arrobas de goma. Suárez estableció su domicilio en Cachuela Esperanza y la fundó el 31 de marzo de 1882. Desde entonces muchos gomeros bregarían por ubicarse en la zona. Algunos miembros de la familia Suárez acreditaron el negocio en el tiempo del “boom” de la goma.

La explotación de caucho era muy lucrativa. Los Suárez establecieron su propia empresa en Londres. En el apogeo de su poder la familia llegó a controlar alrededor de 70.000 millas cuadradas del norte y centro de Bolivia. Era un verdadero imperio económico y Cachuela Esperanza su pequeño reino. Pero la historia de la familia Suárez no solo fue de empoderamiento, también se suscitaron desgracias como la muerte de uno de los hermanos acometido por las peligrosas tribus que poblaban la región amazónica, o la desaparición de la esposa de Nicolás Suárez, que murió arrastrada por la corriente de las aguas.

Cachuela Esperanza creció al influjo del auge de la goma. Fue una de las pocas poblaciones del oriente en alcanzar un descomunal desarrollo. A principios de la década de los 90´contaba con teatro, hotel, farmacia y almacenes de primer nivel. Hoy la vida en la población trascurre en apacible calma. Hay energía eléctrica desde las 6 de la tarde a las 11 de la noche. La alcaldesa de Cachuela Esperanza reclama atención del Gobierno. Con orgullo dice que hace pocos meses por fin tienen acceso a los servicios de telefonía móvil. Shisley Martínez tiene el deseo de mejorar el turismo en la zona. “Como usted verá Cachuela tiene muchos atractivos y aparte tiene historia”. Recuerda: “en el tiempo de Nicolás Suárez, Cachuela Esperanza fue el sustento de la nación. Con sus recursos se solventaba el país, se pagaban a todos los empleado del Gobierno”. Melancólica, al recordar los pasajes de la historia del pueblo, la alcaldesa señala que recién después de mucha pelea lograron ser escuchados por el presidente. “Le escribimos una carta muy simple en la que le hicimos conocer nuestras necesidades. A los 15 días respondió y desde entonces algunas cosas han comenzado a cambiar. Nos colaboró con la subvención de combustible para la energía eléctrica, tenemos posta médica, ambulancia y estamos esperando que se construya la hidroeléctrica”.

1.602 personas habitan en la actualidad la población que tiene título de sub alcaldía. “Imagínese un pueblo que sostuvo la economía del país tiene una escuela que está a punto de desplomarse”. La alcaldesa invita a los bolivianos a venir a Cachuela Esperanza. Para hacer la invitación más atractiva los convoca al Festival de Playa que se realizará el 20 y 21 de agosto donde además de ofrecer guisos de pescado y de Yatoarana, “el pescado más rico del mundo”, afirma la alcaldesa, hay kermeses, carrera de motos, la elección de la Miss Playa, camping y otras distracciones.