Magenta Murillo: Mi arte se ha transformado

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Foto: Magenta Murillo

Magenta Murillo se parece a los colores de su última exposición que no la vimos en La Paz. “Sueños y Ensueños” es algo del reflejo de la evolución de la artista que durante estos años supo conciliar entre formas y colores para mostrarnos cuadros con efervescencia de su propia realidad, lo que probablemente ella considera son sus sueños; el ensueño es la presencia clarividente de ella misma posando, sonriendo y dejando que el mundo tome una brisa para ser conquistado, tome posesión de ella misma considerando la naturaleza inquieta y temida.

Magenta se ha ganado un espacio que ella misma se ocupó de ir abriendo y la magistral exposición que nos pone frente a  nuestros ojos no es apenas la imaginación de un encantamiento, sino la libertad creadora por recuperar lo perdido de forma quizá más consciente que antes. Magenta Murillo ha salido de la meticulosidad y de los debates abstractos para formar con  sus colores y pinceles figuras risibles que se asemejan en algo a cada uno de nosotros.

Esa capacidad de comunicar formas es un regalo que el espectador siente en la inmensidad fraccionada de la ilusión que encarnan los cuadros de su nueva exposición.

Inquieta y siempre dispuesta, provocativa la artista conversó con nosotros.

¿Crees que tu arte se ha transformado aunque las expresiones de color las mantienes habitualmente integras?

Sí, mi arte se ha transformado, ha sufrido una reinvención permanente, no rigurosa pero constante por que investigue y me manifesté en todas las formas posibles, foto, instalación, escultura en bronce, etcétera; creo que es por la búsqueda permanente, ahora siento que encontré la punta del ovillo.

¿Por qué el nombre de Sueños y Ensueños o algo similar hay mucho que ofrecer en tu manifestación onírica?

Sueños y Ensueños es aquello que  está ahí en un mundo mágico que no lo racionalizo solo se manifiesta y el ensueño que podría jugar con la misma palabra; las cosas que te encantan te sorprenden te adornan la vida, qué sería el existir sin la magia de la ensoñación, eso te da el amor por ejemplo, o un amanecer casi irreal…

Explicamos cómo has pasado el proceso de conexión con esta tu nueva exposición.

Creo que ser artista ya es un reto muy grande  con la vida, no creo que el arte involuciona tal vez se paraliza, es solo un reflejo del cotidiano y de la historia de la humanidad un documento vivo de lo que está pasando, yo veo una evolución grande en la mía y me retroalimenta para afirmar que es lo que mejor se hacer y que no voy tan equivocada en lo que decidí hacer. Sin embargo, aún nada está dicho y el laboratorio de encontrar crear y mostrar está abierto, ahora para mí el arte es mi vida en lo privado y en lo público. No pude separarlos y se fundieron.

¿Cuál es la reacción más frecuente del público que ve tu arte?

De sorpresa, de descubrimiento, de preguntarse de cómo dónde porqué (eso me gusta) admiración y de tratar de entender dónde está toda esa locura que explota en un soporte, mucho más con esta obra que está pintada con una base de vino o café; acá (se refiere a Santa Cruz) las reacciones han sido fantásticas por que no se han quedado en “que bella tu obra” sino en muchas interrogantes más. Creo que he tenido la capacidad de atrapar al público más tiempo para que la digiera visualmente y quizá emocionalmente.