Edgar Allan Poe: El conjurador de las sombras

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Edgar Alan Poe

El 19 de enero de este año se conmemoraron 215  años del natalicio de Edgar Allan Poe.  El legado del escritor estadounidense es hasta nuestros días el terror  que en el cine, en la pantalla chica, y en las plataformas digitales paraliza los latidos de una audiencia. Pionero del relato policial, de la ciencia ficción, supo combinar el misterio metafísico, sobrenatural con lo macabro,  capaz de hacer de la atención un factor necesario para concentrar la intensidad narrativa en cada historia suya o poema,  hasta  estremecer a sus lectores con personajes que rozaban la locura.

Maestro del suspenso, supo hacer del folclore gótico un género que  renovara los cuentos  populares e indagara en la psique humana, a través de personajes atormentados y situaciones violentas.  Edgar Allan Poe nació en Boston Massachusetts un 19 de enero de 1809.  Sus padres, dos actores de teatro, murieron aquejados por la tuberculosis, la enfermedad del siglo XIX,  cuando él era aún muy niño.

No tardaría en ser adoptado por un matrimonio adinerado de Richmond (Virginia), los Allan. Frances y John se harían cargo de su  educación, aunque jamás lo adoptarían oficialmente. John Allan, el padre adoptivo de Edgar, era malhumorado y a menudo tenía peleas con él. Este comerciante escocés jamás apoyaría la pasión literaria del joven lector. Al contrario, Frances, su madre adoptiva,  pondría toda su fe en él, al ayudarlo a perseguir un destino en las letras.

Lejos del retrato gris y avejentado que nos proyecta su fotografía, durante su juventud, Poe fue un distinguido,  atlético y atractivo joven  que estudió en internados de Londres y Chelsea donde se formó en la escritura del  latín y el francés. Excelente nadador, alcanzó el record de recorrer  10 kms por el río James en Virginia, tal como lo hiciera su ídolo, Lord Byron.  En todo caso, la fotografía del autor corresponde a su último periodo de decadencia, donde su aspecto sombrío contrastaría con su galanteo seductor  con las mujeres, en sus épocas tempranas.

A su retorno a Richmond, Edgar se enamoró de Sarah Elmira Royster, una vecina suya, cuya familia era amiga de sus padres adoptivos. Tras inscribirse en la Universidad de Virginia, perdió contacto con ella y al retornar a esta ciudad, se enteró de que ya estaba casada. Hecho que marcaría su amor y obsesión por las mujeres hermosas e inalcanzables en  sus obras, como Anabel Lee, Ligeia, Eleonora y Berenice entre otras.

Durante su estadía en Richmond, empeoró aun más la relación con su padre adoptivo.  John,  al saber que el joven se endeudó por dedicarse a las apuestas,  decidió cortar la inversión en sus estudios. El escritor  por estos años ingresaría a la vida nocturna  y el alcohol,  además de  ganarse la reputación de arrogante y fanfarrón. Después de abandonar su formación académica, viajaría a Norfolk y luego a Boston, para enlistarse en el ejército, dentro del regimiento de Charleston, donde lanzaría su primera obra Tamerlan y otros poemas. Su padre adoptivo lo inscribiría a West Point, más adelante. Escuela Militar donde fracasaría de nuevo por su indisciplina y carácter provocador.

Tras renunciar a una carrera militar, y a un par de trabajos por el alcoholismo, se casó con Virginia, su prima de 13 años de edad, quien apoyaría su ambición literaria y aguantaría sus infidelidades y  excesos. Algunos biógrafos señalan que el autor tenía hijos con diferentes mujeres. Desde 1833, incursionaría en el periodismo para mejorar su situación económica, que paulatinamente combinaría con la crítica literaria y la crónica, al encabezar la dirección de revistas y periódicos que en lo sucesivo le otorgarían reconocimiento, periodos de bonanza  así como de escasez. Pese a disfrutar de las mujeres, el alcohol y el láudano, su vida no estaría exenta de tragedia, al perder a su hermano Henry, a su esposa Virginia. Desde entonces su carácter se tornaría más retraído y hermético. No llegaría a concretar el matrimonio que planificó en su última etapa con Sara Elmira Royster, su antigua novia. Pues la muerte lo sorprendería   en Baltimore en  1849, hasta ser llevado al hospital de ese recinto delirando y con ropas que no eran suyas.

Manuscrito encontrado en una botella, El Gato Negro, Berenice, Corazón Delator, La esfinge, Manuscrito hallado en una botella, El  tonel del amontillado, Los crímenes de la calle Morgue,  Carta Robada, El cuervo, Eleonora, Para Helen, Ulalume, La caída de la casa de Usher, Eureka, El pozo y el péndulo, Anabel Lee han tallado su nombre en la posteridad. Relatos, poemas  y una novela, La narración de Arthur Gordon Pynn, convirtieron al autor en  figura de Culto, al servir de influencia  para Agatha Cristie, H.P Lovecraft, Joseph Conrad, Julio Verne y Arthur Connan Doyle, entre otros, así como a las corrientes del surrealismo, y el simbolismo francés.

Sus obras  fueron llevadas al teatro y adaptadas a la televisión. Sin ignorar que, además, aparecieron en episodios especiales de los Simpson y de South Park, entre otros programas de la cultura popular. Desde hace 30 años, el actor Sylvester Stallone prepara un proyecto donde planea encarnar al escritor, como dato curioso.

 

Este artículo fue publicado el 14 de febrero de 2019 por la revista dat0s y actualizado en enero de 2024