En Paz

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Estaremos tranquilos. Vivimos en tierra de paz y alegría. Nos alegran las pequeñas cosas de la vida. En los supermercados nos esperan diferentes y variadas opciones: comprando carne ganas un cuchillo o hasta una batidora. Pequeñas cosas que nos alegran. Los diabéticos pronto tendrán que comprar insulina; los enfermos de cáncer podrán poner la cinta rosada en su pecho; los maestros seguirán disfrutando mientras sus alumnos practiquen juegos electrónicos en vivo; los medios de comunicación cada vez mejor, logrando la nota alta en el canto en coro; los solistas hace tiempo levantaron las manos en vez de levantar sus voces. Así podremos mirar en color rosa y anotar las ofertas para comer, hablar y sonreír.

Y todo va bien.

Millones de mujeres en el mundo de verdad creen que ser esclavas sexuales es cuestión del destino, no de elección. Ciudades enteras con faroles rojos lo confi rman. Una joven yihadi prisionera del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) relató el horror de vivir día a día como una esclava sexual de la organización yihadista. “Hay una parte de mí que quiere morir. Pero hay otra parte que aún espera ser salvada y volver a abrazar a mis padres”, dijo en comunicación telefónica con el periódico italiano La Repubblica. La joven, que pidió no ser nombrada, tiene 17 años y fue capturada por el ISIS el 3 de agosto cuando el grupo extremista atacó el pueblo de Sinjar, en el norte de Irak.

Desde entonces, ella y otras 40 mujeres, entre madres con hijos pequeños y niñas de 12 años, son violadas varias veces todos los días. El profesor Ciril Broderick de Libería llama la aparición del ébola como la guerra biológica contra el continente africano. Según él, los  directos responsables por la creación del virus son las agencias gobernamentales  norteamericanas.

Se trata de experimentos que servirán en la próxima guerra mundial que será con armamento biológico.  Mientras el mundo está paralizado por las noticias del ébola, las elites creadoras del plan para el nuevo orden mundial siguen avanzando.

Hace pocos días de manera discreta y casi silenciosa las Naciones Unidas votó y aceptó la resolución 1373 que facilitará a los estados el control sobre la población con una excusa llamada -guerra contra el terrorismo- y abre la posibilidad que toda forma de desacuerdo y activismo sea etiquetado con la palabra terrorismo.

Al parecer, es más saludable ver una película de horror en una sala de cine que ver noticieros. No por el bastante ya desgastado comentario de la sensibilidad humana, que de paso hace tiempo  está bajo cuestionamiento a nivel global; es más por las tristes historias de los presos que en algún momento tenían algún poder sobre su prójimo y por un juego del destino y mala suerte ahora están pasando por una etapa de purificación. Dejan mujeres enojadas y tristes, colaboradores sin paga, otros se dedican a hacer negocios desde sus celdas, otros  intercambian mensajes espirituales. Curiosamente no provocan ni pena ni nada.

De verdad que pena da pasar un día bello en una sala de operaciones para estirar la cara a tal punto que uno salga de ahí igualita a Minnie, tan linda la novia de Mickey. Por fi n me siento tranquila. No necesito memorizar los nombres de algunas damas. Todas se parecen. Las llamaré minnies y todo estará bien. Nadie puede conocer mejor a un esclavo que su propio dueño. El sabe todo sobre las costumbres, amores, decepciones, dulces favoritos, miedos y deudas de su esclavo. El buen amo extenderá su mano y el buen esclavo la besará y todo de nuevo estará bien.

Leí un artículo sobre un hombre rico cuya reputación no se podría llamar intachable.

Está viajando por el mundo buscando la cura para su enfermedad. Le deseo éxito. El cazador se vuelve presa y viceversa. Cómo entiende este juego de palabras la mujer que al principio de este artículo conversa con su destino en la ciudad de los faroles rojos? Difícil pregunta.

Nos gustan los días festivos. Mucha comida y bebida, risa y aplausos; todo envuelto en discursos y recuerdos históricos para olvidar el presente. Difícilmente podría mantener una conversación sobre la teoría de los monos que se han convertido en hombres gracias a una evolución minuciosa y bien pensada, pues me es difícil a veces distinguir a unos y a otros.