De tal padre tal hijo

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La disputa electoral en Brasil está poniéndose cada día más caliente.

Mientras el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no afloja en su decisión de mantener reo a Lula, que parece en los sondeos de opinión con más chances de ganar los comicios si es liberado, la oposición constituye a pleno fuego una derecha radical y llena de furia. El que parece arrebatar el primer puesto en intención de voto, aunque por ahora muy lejos de definir el pleito, es el actual diputado por el PSL y precandidato Jair Bolsonaro. Tratando de suavizar su discurso radical, trabaja su imagen intentando ampliar su base electoral con un discurso conciliador; pero quien se encarga de ponerle cortapisas a esa estrategia es su propio hijo. El también diputado Eduardo Bolsonaro ha radicalizado sus palabras como forma de mantener cautiva la parcela de extrema derecha que les garantiza la sucesión.

De acuerdo a la revista Istoé los asesores de imagen de Jair Bolsonaro están evitando ingresar en temas polémicos. Y reservan cada vez más espacio para que el hijo Eduardo ataque a los opositores, incluso con palabras que a veces queman la lengua.

Eduardo (PSL-SP) se presenta como el heredero encargado de mantener la promesa de tolerancia cero contra la violencia y ha proyectado una ley para que los brasileños porten armas de fuego a modo de combatir la criminalidad creciente en el país. Por eso, su postura es más radical a medida que corre la campaña. De acuerdo con uno de sus asesores el diputado entiende que no es él quien debe “madurar” políticamente sino su padre. “Jair ha conversado con representantes del Ejército, que le aconsejan ser menos radical”, dicen en sus equipos.

Las frases de Bolsonaro hijo

“Los DDHH son el estiércol de los miserables”

“Los libros escolares están al servicio del crimen”

“Tendría que haber recibido más castigo para quedarse callada”

Estrategia de guerra

Consciente de su misión, Eduardo está dispuesto a mantener una estrategia de guerra. Un botón basta de muestra: el pasado 4 de junio, mientras el presidente de la Cámara de diputados de Brasil Rodrigo Mai destacaba el bicentenario de Karl Marx, Eduardo Bolsonaro buscó por desacreditar al  filósofo alemán. Con un libro en la mano, el diputado de extrema derecha citó un trecho de la obra de Marx, diciendo que “el socialismo mató más de 100 millones de  disidentes”. Como si fuera poco, luego apuntó sus dardos contra el mismo presidente de los diputados, coterráneo de su padre: “Estamos en una sesión que rinde homenaje a uno de los mayores genocidas del planeta”, disparó el diputado.

Karl Marx fue el ideólogo del comunismo, pero no fue responsable de ningún Gobierno socialista. El murió en 1883, a los 34 años antes de la revolución comunista en Rusia.