Los puntos clave de la denuncia de Nisman

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El fiscal Alberto Nisman había descripto a la confección de la denuncia contra la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y el Canciller H. Marcos Timerman como un “rompecabezas“. Y esto se entiende tras la lectura completa del documento judicial de 290 páginas enviado de la fiscalía especial de la AMIA a las oficinas del juez federal Ariel Lijo. Con el levantamiento del secreto dispuesto por la Secretaria de Inteligencia y el giro que tomó el caso con la muerte de Nisman, la Corte Suprema decidió sorpresivamente hacer público el contenido del escrito.

El semanario Perfil.com realizó una lectura del PDF y tras una minuciosa lectura del texto dat0s estima que dos párrafos centrales de la denuncia son claves para entender el plan “criminal” de encubrimiento de Irán para desvincularlo de toda responsabilidad del atentado a la AMIA (1994) con el fin de mejorar las relaciones comerciales y obtener petróleo iraní a cambio de granos argentinos.

– Página 2: Síntesis inicial del “plan encubridor”

“La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní acusados por el atentado terrorista del 18 de julio de 1994, como surge de las evidencias halladas, fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, Dra. Cristina Elisabet Fernández de Kirchner e instrumentada, principalmente, por el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, Sr. Héctor Marcos Timerman”.

– Página 85: Síntesis de la construcción sobre el Memorándum de Entendimiento

“En ese camino, se realizaron negociaciones secretas y luego públicas, se suscribió el Memorando de Entendimiento, se impulsó velozmente su aprobación en el Congreso Nacional; se mintió a familiares y víctimas del atentado prometiéndoles que serían consultados sobre las propuestas esgrimidas en la negociación; se destinaron agentes del servicio de inteligencia de la Presidencia de la Nación para que ‘construyan’ una falsa pero verosímil hipótesis alternativa a la obtenida judicialmente y basada en las pruebas del caso, recurriendo a una ex fiscal de la causa para que aporte su conocimiento; se estableció un canal de comunicación paralelo con Teherán; se articuló una campaña política y mediática para desacreditar las imputaciones judiciales y se montaron verdaderas actuaciones para disimular el plan criminal. En síntesis, se realizaron un sinfín de conductas que, analizadas globalmente, reflejan tanto el dolo directo de los partícipes de esta maniobra delictiva como la minuciosidad con que el encubrimiento estuvo pensado y ejecutado”.