UNASUR favorece diálogo entre gobierno y oposición en Venezuela

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Representantes del gobierno y de la oposición de Venezuela iniciaron en la tarde de ayer la “reunión preparatoria” de un eventual diálogo formal entre ambas partes, facilitada por la misión de cancilleres de países miembros de la Unasur que visita Caracas desde el lunes. La reunión comenzó en las primeras horas de la tarde en la sede de la Cancillería venezolana y una hora después no se había confirmado si participaba de ella el presidente Nicolás Maduro, que llegó al lugar pese a que no estaba previsto que tomara parte del encuentro.

Maduro llegó a la Cancillería acompañado de sus principales colaboradores, mientras que la delegación de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) estuvo encabezada por su secretario ejecutivo, Ramón Guillermo Aveledo; Henri Falcón, gobernador del estado de Lara y presidente del partido Avanzada Progresista, y el diputado y presidente del partido Un Nuevo Tiempo Omar Barboza. Los tres fueron recibidos en la puerta de la Casa Amarilla -sede de la Cancillería- por el canciller, Elías Jaua, según pudo verse en la transmisión de la televisora estatal VTV.

“Este no es el inicio del diálogo, esta es una reunión exploratoria en la cual venimos a ver, por invitación de los cancilleres suramericanos, si hay condiciones para que el diálogo se produzca”, dijo a la prensa Aveledo a su llegada a la cancillería. “Vamos a conversar acerca de la agenda que hemos planteado, de la agenda que plantea el gobierno nacional, vamos a hablar acerca del tercero de buena fe, que debe ser mutuamente convenido. Vamos a hablar, si esas condiciones están dadas, de posibles fechas, lugares y horas para la reunión”, añadió el opositor.

Este encuentro fue negociado por una comisión de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que realiza una segunda visita a Venezuela en menos de un mes, para desempeñar un papel de “acompañante” en un eventual diálogo entre oposición y gobierno.

Esta “reunión preparatoria” fue anunciada horas antes por el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien se mostró optimista en que en el encuentro se establezcan “los puntos de la agenda de discusión y la metodología en la que se de-sarrollarán las conversaciones”. Además de por Patiño, la misión de la Unasur está compuesta por los cancilleres de la Argentina, Héctor Timerman; Bolivia, David Choquehuanca; Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; Chile, Heraldo Muñoz; Colombia, María Angela Holguín; Surinam, Winston La-ckin, y Uruguay, Luis Almagro.

En Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, expresó ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado su respaldo al trabajo de acompañamiento de la Unasur en Venezuela. “Apoyamos mucho los esfuerzos de mediación de un tercero dirigidos a tratar de parar la violencia y ver si se logra un diálogo honesto” entre oposición y gobierno, dijo Kerry.

El lunes, Maduro anunció que aceptaba el encuentro con la oposición tras una propuesta de la Unasur, que estuvo reunida varias horas la víspera con la MUD. La MUD había señalado que para darse un diálogo debe ser en condiciones de igualdad, transmitido en radio y televisión en cadena nacional y en presencia de una tercera parte de “buena fe”.

El testigo de buena fe que han evocado ambas partes es un representante del Vaticano, específicamente el secretario de Estado de la Santa Sede y ex nuncio en Venezuela, Pietro Parolin. Maduro lanzó un diálogo nacional a finales de febrero, pero la MUD rechazó participar por considerar que no ofrecía condiciones de igualdad.

Como puntos de la agenda de un eventual diálogo, la MUD estableció como prioridad la discusión de una ley de amnistía para poner en libertad a más de un centenar de detenidos y la creación de una comisión de la verdad que esclarezca los hechos violentos en las manifestaciones. En medio de las protestas fueron detenidos y destituidos dos alcaldes opositores, así como Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular.

La MUD también demanda el desarme bajo supervisión internacional de los denominados colectivos, civiles armados que según la oposición están vinculados con el gobierno. Sobre las posibilidades de éxito de un posible encuentro, el politólogo José Vicente Carraquero dijo que “la agenda de la oposición es muy cuesta arriba”, porque implica que el gobierno “debería aceptar que en Venezuela hay presos políticos y que hay represión”.

“No creo que el gobierno acepte esas condiciones”, comentó el catedrático de la Universidad Simón Bolívar. Maduro, heredero político de Hugo Chávez y que el 19 de abril cumplirá un año en la presidencia, dijo estar dispuesto a un diálogo sin condiciones previas, porque “no se le ponen condiciones al jefe de Estado”.

Como prioridades para el diálogo propondrá retomar la lucha contra la criminalidad y el impulso a un plan de inversiones y desarrollo económico.

Las protestas, tachadas por Maduro de “golpe de Estado en de-sarrollo” y que dejan 39 muertos y unos 600 heridos, se iniciaron el 4 de febrero en San Cristóbal, en el oeste, en rechazo a la inseguridad, y se ampliaron luego a varias ciudades, incorporando reclamos por la crisis económica, la represión de las protestas y la detención de estudiantes y opositores.

Sectores radicales de la oposición han impulsado en las protestas la táctica denominada “La salida”, que busca la renuncia de Maduro presionado por manifestaciones. Las protestas han disminuido en intensidad, pero aún quedan focos de violencia en algunas localidades, principalmente en el municipio opositor de Chacao, al este de Caracas, que cotidianamente es sacudido por disturbios callejeros nocturnos entre manifestantes enfrentados con piedras y bombas incendiarias a fuerzas antimotines, que responden con gases lacrimógenos.