Wikileaks vs. Stratfor. Las relaciones de DATOS en la guerra por la información

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Las redes mundiales del delito cibernético. Cómo operan y por qué son cada vez más frecuentes y peligrosos. Los millonarios recursos que nueve la actividad ilegal

Una investigación del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (Unitar), reveló que en 2011 por lo menos 431 millones de personas en todo el mundo fueron directamente afectadas por algún tipo de ataque cibernético. El director del organismo, Carlos López defendió la necesidad de buscar “una solución global” al crimen electrónico y establecer un marco común de seguridad. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) propuso un acuerdo común del que participen representantes del sector privado y organismos estatales de todos los países, ya que si se abstienen de hacerlo le permitirá al hacker actuar libremente.

En 2011 empresas e instituciones de todo el mundo gastaron US$ 338 mil millones para combatir ataques informáticos, de los cuales dos tercios fueron delitos de fraude económico o “spam”. El secretario del departamento de Nuevos Desafíos y Amenazas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Ernest Chernukhin, apuntó que el crimen electrónico tuvo en 2011 un rendimiento financiero estimado en US $12.5 mil millones. Los ataques cibernéticos han experimentado “un crecimiento exponencial”, especialmente en el caso de acciones contra centros de inteligencia, que antes eran menos vulnerables porque contaban con sistemas de seguridad más  sofisticados que el resto. Los relatores de los organismos internacionales afirman que los países emergentes han desarrollado mucha tecnología y recordó que el año pasado gran parte de los ataques cibernéticos procedieron de países emergentes como India, China y Brasil.

Hace un par de semanas, grupos de adeptos a delitos informáticos fueron aprehendidos en diferentes ciudades de Latinoamérica. Una amplia red que operaba en estos delitos fue desarticulada en Brasil, Argentina, Chile y Colombia, confirmando la versión de que operan en esta parte del mundo. Su actividad es dañar archivos que organismos de Estado y compañías independientes y privadas han almacenado a lo largo del tiempo. De acuerdo a la policía internacional (Interpol), diez hackers fueron detenidos en la Argentina junto a otras 15 personas acusados de integrar la red Anonymous en un mega operativo que incluyó a varios países del mundo.

La investigación local, que se inició en junio del año pasado y demandó ocho meses, fue bautizada “Exposure” (exposición). Durante sus operativos en España, Argentina, Chile y Colombia, Interpol secuestró un total de 250 equipos informativos, teléfonos celulares y dinero que servía para financiar la red internacional, publicó el diario argentino Clarín. “Por acabar con los bosques, con los campesinos, con la Dignidad de nuestro pueblo”, fue la leyenda elegida por Anonymous para atacar sitios en Colombia. “Esta operación demuestra que la delincuencia en el mundo virtual tiene consecuencias reales para las personas involucradas y que internet no puede ser visto como un refugio seguro para la actividad criminal, no importa dónde se origine o a dónde apunte”, señaló Bernd Rossbach, director ejecutivo en funciones de los Servicios Policiales de Interpol.

Los hackers vs. Stratfor

La palabra “hackers” designa a jóvenes especialistas en tecnología que ejercitan sus conocimientos invadiendo y dañando los sistemas de computación de empresas e instituciones públicas. En los últimos meses, sólo en Brasil, los portales de la Presidencia de la República y del Ministerio de Deportes fueron sacados del aíre; hubo además intentos para borrar las páginas del Banco Central de Brasil y de Petrobras. Según los expertos esta ha sido una demostración local de la fuerza de los hackers que esconden su rostro y se mantienen en el anonimato.

En el mes de diciembre del año pasado, hackers comprometieron el sistema de datos de la organización privada Stratfor con la que DATOS tiene un acuerdo de cooperación recíproca. Los hackers robaron gran cantidad de mensajes de correo electrónico de la empresa junto con información privada de los lectores y sus suscriptores. Esos correos fueron liberados posteriormente por Wikileaks. Stratfor calificó el hecho como “una violación de la privacidad e ilegal”.

Al liberar los correos, Wikileaks dijo que Stratfor se vale de una gigantesca red de espionaje e información, que trabaja para la organización con análisis que se publican en importantes medios de comunicación de todo el mundo. DATOS es socio de Stratfor a través de acuerdos de cooperación absolutamente independientes.

Tras la filtración de los archivos robados, Stratfor aclaró que “algunos de los correos electrónicos pueden ser falsificados o alterados, pudiendo incluir inexactitudes, también algunos pueden ser auténticos”. Pero la organización se mantuvo firme. “No daremos como cierto ninguno. Tampoco vamos a explicar el pensamiento plasmado en ellos. Ha sido robada nuestra propiedad, no vamos a ser víctimas en dos ocasiones por someternos a cuestionamientos acerca de los correos”.

En un documento fechado el 26 de febrero de 2012, Stratfor aclaró que trabaja para construir buenas fuentes en muchos países alrededor del mundo, como cualquier editor de análisis geopolítico mundial haría. “Lo hemos hecho de una manera directa y estamos comprometidos a satisfacer los más altos estándares de conducta profesional. No somos una organización gubernamental, ni estamos afiliados a ningún Gobierno. Los correos electrónicos son de propiedad privada. Al igual que todos los correos electrónicos privados, que fueron escritos por casualidad, nadie espera que otros que no sean el remitente y el destinatario puedan verlos. Deben leerse como tal”.

Stratfor aclaró que “es un proveedor por suscripción basado en análisis geopolíticos. Los suscriptores individuales y corporativos obtienen conocimiento profundo de los asuntos internacionales, incluyendo lo que está pasando, por qué está sucediendo y lo que sucederá después. A diferencia de medios tradicionales, utilizamos un sistema único, el enfoque en inteligencia basado en la recopilación de información a través de rigurosas investigaciones de fuente abierta y una red global de fuentes humanas. Los analistas evalúan los eventos que buscan a través del lente objetivo de la geopolítica. El objetivo de la empresa es simple: hacer que la complejidad del mundo sea comprensible para un público inteligente, sin ideología, programa o sesgo nacional”.

De acuerdo a información que ha recopilado la policía internacional sobre el modus operandi de los grupos criminales que operan estos delitos; hay dos grupos que indistintamente reivindican la autoría de los ataques: Anonymous y LulzSec. Las diferencias entre ambos son que el primero es conocido como un colectivo de “liberadores de internet”; mientras que el segundo alimenta la fama de “fanfarrón de la red”. Especialistas y policías internacionales que realizaron  detenciones en Europa y los Estados Unidos, apuntan que ambos están detrás de las operaciones que permiten hablar de esta nueva actividad que ha tomado delicadas dimensiones y connotaciones, conocida por los expertos como las Guerras del Futuro, asentadas en el poder del conocimiento y la información.