Mapa mundial de feminicidios reporta a Bolivia entre los 25 países con las tasas más altas

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El portal digital Comunicar Igualdad, Agencia de noticias con enfoque de género, publicó una investigación realizada por The Geneva Declaration -iniciativa diplomática suscripta por más de cien estados nacionales, dio como resultado que el 17% de todas las víctimas de asesinatos a nivel mundial son mujeres, que hay una relación directa entre la tolerancia social de la violencia hacia las mujeres y estos asesinatos, y que de los 12 países con índices muy altos de feminicidios 9 están en América Latina y el Caribe.

Como parte de su tarea de incidencia política para disminuir la violencia armada, la organización realiza investigaciones, entre ellas el informe Carga Global de la Violencia Armada que, en su edición 2011, dedicó un capítulo a analizar qué sucede cuando la víctima es una mujer. En base a ese informe, fue realizada en el 2012 la Hoja Informativa Femicide: a global problem , un proyecto de investigación independiente del Instituto de Graduados de Estudios Internacionales de Desarrollo, también de Geneve, Suiza.

Femicide: a global problem  cuenta todos los asesinatos de mujeres como si fueran feminicidios. Si bien ésta no es la forma correcta de medir este indicador, hasta la fecha es la más accesible ya que no se ajustaron en cada país las mediciones para diferenciar los asesinatos de mujeres por razones de género de los que no lo son. Según la Campaña Únete de la Organización de las Naciones Unidas debe calcularse que la mitad de todas las mujeres asesinadas, lo son a manos de su pareja actual o anterior, es decir que se trataría de feminicidios. A éstos, deberían agregarse los que se producen en la vía pública a manos de personas desconocidas y que frecuentemente están precedidos de un ataque sexual, y los que se producen en el contexto de conflictos armados, entre otros. Si bien no hay una cifra definida, podemos decir que los feminicidios son bastante más del 50% de los asesinatos de mujeres en cualquier lugar del mundo.

Según Femicide: a global problem, alrededor de 66 mil mujeres fueron víctimas cada año de feminicidios en el mundo entre el 2004 y el 2009, lo cual significa el 17% del total de asesinatos que se producen en el mundo, es decir que el 83% restante del total de asesinatos son de varones, es decir homicidios. De los 25 países con tasas altas o muy altas de feminicidios: 14 están en nuestro continente (9 de ellos entre los 12 con tasas más altas): 4 en el Caribe (Jamaica, Bahamas, Belice, República Dominicana) 4 en América Central (El Salvador, Guatemala, Honduras y 6 en América del Sur (Colombia, Bolivia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Guyana). Entre los 25 países con altas más altas también figuran Sudáfrica, la Federación Rusa y varias naciones de Europa del Este: Azerbaijan, Lituania y Belarusia, entre otras.

En general se observa una correspondencia entre las regiones con más violencia letal y más altos índices de feminicidios. En estas zonas las mujeres son frecuentemente atacadas en los espacios públicos, muchas veces por grupos o pandillas de varones, y se trata de asesinatos muy poco sancionados por el Estado, es decir que se desarrollan en un ambiente de enorme impunidad.

Sin embargo, hay algunas regiones como Europa del Este y la Federación Rusa donde los feminicidios son proporcionalmente mucho más altos que los índices generales de violencia de la sociedad. Y, por otra parte, hay focos particulares de feminicidios en determinados países que superan ampliamente el promedio nacional: en Ciudad Juárez (México), por ejemplo, en el año 2009, hubo 19,1 feminicidios cada 100 mil mujeres, mientras que el promedio nacional de México para todo el período fue de 2,5. Lo mismo sucedió en Brasil, donde mientras el promedio nacional fue de 4,3, en la región de Espíritu Santo se registraron 10,9 feminicidios cada 100 mil mujeres en el mismo período. En este sentido, una de las conclusiones del estudio es que en aquellas regiones con altas tasas de feminicidios suele haber mucha mayor tolerancia hacia la violencia contra la mujer, con sistemas de justicia ineficaces y ausencia de políticas públicas.

Otro de los hallazgos del estudio es que a medida que aumentan los asesinatos en general en una sociedad, decrecen proporcionalmente los feminicidios. En los 13 países que tenían estadísticas más bajas de homicidios en general, fueron asesinadas aproximadamente 66 mujeres cada 100 varones, es decir que la relación entre homicidios y feminicidios es bastante cercana; pero en aquellos con tasas altas y muy altas de asesinatos en general, fueron asesinadas en promedio unas 14 mujeres cada 100 varones, es decir que se abrió la brecha entre feminicidios y homicidios. Lo cual mostraría que mientras los homicidios (asesinatos de varones) tienen variaciones, los feminicidios se mantienen estables.

También fue medida la violencia íntima y se halló que tiene mucha relación con el grado de violencia social: a medida que aumenta la violencia social desciende proporcionalmente la violencia íntima, aunque no los feminicidios, que se producen mayormente fuera del hogar. En El Salvador y Colombia, por ejemplo, que tienen altas tasas de feminicidios, sólo el 3% de ellos fue cometido por una pareja reciente o actual de la mujer, mientras que en Francia o Portugal (países con bajas tasas de feminicidios): más del 80% de los mismos fue cometido por una pareja actual o anterior.

Pero a su vez, la violencia íntima tiene otras consecuencias como el suicidio de las mujeres durante o después de transcurrida la relación violenta. En Estados Unidos, por ejemplo, está medido que del 35% al 40% de las mujeres que sobrevivieron a situaciones de violencia de género luego intentaron suicidarse; y en la Unión Europea, de todas las muertes vinculadas a situaciones de violencia de género: el 42% fueron suicidios.

El informe también alerta sobre la utilización de armas de fuego: el 60% de todos los asesinatos son a causa de este tipo de armas; y en las casas son un enorme riesgo para las mujeres ya que la mayoría de las veces son usadas para amenazarlas o asesinarlas en lugar de para defenderlas de agresiones externas. En los países con más altas tasas de feminicidios, una gran proporción de ellos son realizados con armas de fuego: mientras en promedio las armas de fuego son usadas en un tercio de los feminicidios alrededor del mundo, en países como Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras, estas armas fueron usadas en más del 60% de todos los casos. En Ciudad Juárez, en el 2009, más del 80% de todos los feminicidios fue realizado con armas de fuego.

El informe concluye que mientras es cierto que en los países con más altos índices de violencia en general los varones son las principales víctimas, las mujeres tampoco están seguras en estos escenarios. Y que las armas fuera de control afectan tanto a mujeres como varones. También señalan que si bien aumentó la existencia de datos sobre homicidios y feminicidios, estos son aún insuficientes. Y que es necesario investigar otras formas de violencia letal para las mujeres como los asesinatos debidos a la dote.