TRUMPUTIN

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La Tercera Guerra Mundial nunca estuvo tan cerca en 2014. Conozca la historia. Los jefes del Kremlin y la Casa Blanca fuman la paz. El Nuevo Orden Mundial. Cómo Putin llevó a Trump a la presidencia de los Estados Unidos.

En las pasadas elecciones norteamericanas se ha comprobado que sexo, espionaje y política se juntaron para desatar la guerra. Una guerra que, curiosamente, puede ser la paz dependiendo qué haga el electo presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Una incógnita para la que los más intrépidos analistas internacionales no han encontrado respuesta. La historia comenzó pocos días antes de celebrase el escrutinio nacional en los Estados Unidos. El director de la CIA James Comey divulgó emails de Hillary Clinton cuando ocupó la secretaría de Estado con material promiscuó y devastadoramente pornográfico que envolvía al entorno de la pareja Clinton en relaciones perversas con menores de edad; gente de un entorno poderoso y asignaturas millonarias pendientes que los Clinton algún rato deberían pagar. Los viejos favores que en la jerga política se conoce como el arte de “engullir sapos”.

Conocidos los resultados, la candidata demócrata salió devastada para informar que su derrota tuvo mucho que ver con el papel de Comey. Y pocos días más tarde, el expresidente Obama expulsó de los Estados Unidos a 35 diplomáticos rusos acusándolos de haber interferido en las elecciones. El exmandatario habló de hackers que penetraron la campaña demócrata. Empero, el llanto derramado ya no llegaba a ninguna parte. Trump se burló de las revelaciones y Putin ignoró a Obama.

El drama siguió en curso los días posteriores tratando visiblemente de vulnerar la imagen de Trump, que por cuerda paralela nominó a Rex Tillerson ejecutivo de Exxon Mobile en el cargo más influyente de la política exterior norteamericana. El actual secretario de Estado fue apuntado en la misma guerra como amigo de marras de Vladimir Putin por su relación exacerbada de cientos de millones de dólares de negocios petroleros. La historia funcionaba de forma magistral por un lado y, en el decurso, sufría abruptos cortes para las salientes autoridades norteamericanas. Este apenas era el principio de una truculenta historia que tendría que ver con la estabilidad mundial.

La trama Siria

En este sórdido esquema de espionaje surgió un personaje desconocido en el medio. El filósofo  Alexander Dugin, principal asesor de Putin conocido como “el Rasputin de Putín” en alusión al influyente personaje en la corte zarista. Dugin asoció las desopilantes  reacciones de la élite norteamericana con la guerra que Estados Unidos desencadenó en Siria para combatir al Estado Islámico. El asesor del presidente ruso llevó la sangre muy cerca del rio. Reveló, antes de las elecciones en los Estados Unidos, que el bombardeo norteamericano sobre posiciones del ejército sirio en Deir Ezzor el 17 de septiembre de 2016, se había convertido en el desencadenante de una conflagración mundial al que había que ponerle mucha atención.

Dijo Dugin a través Think Tank Katehon que las pasadas elecciones en los Estados Unidos habían estado íntimamente relacionadas con la guerra. “El 17 de septiembre, la probabilidad de esta guerra se mostró como impresionantemente alta. Como todos sabemos tropas norteamericanas que nadie ha invitado a Siria, bombardearon posiciones del ejército sirio en Deir Ezzor. Como resultado de las acciones 62 soldados perdieron la vida. Este ataque fue extremadamente importante para los militantes del Estado Islámico a los que Estados Unidos está asesorando y armando de forma encubierta, mientras supuestamente lucha contra ellos”. Dugin anotó en la ocasión que “con la maniobra, Estados Unidos cruzó la línea de fuego”.

“El ataque aéreo de la coalición se detuvo inmediatamente cuando funcionarios de la coalición (EEUU y los aliados de la OTAN) fueron informados por las autoridades rusas de que era posible que el personal y los vehículos puestos en el blanco fueran parte del Ejército sirio”, explicó el Pentágono en un comunicado del Comando Central Estadounidense (Centcom). Este ataque ha hecho que Siria y Rusia acusaran a EEUU de allanar el camino al Estado Islámico. “Después del bombardeo llegamos a una terrible conclusión: la Casa Blanca está defendiendo al Estado Islámico”, consideró ​la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova.

Al respeto esto fue lo que dijo Dugin: “Bombardear soldados sirios es una cosa, pero esto significa declarar la guerra, no sólo contra Siria, sino también contra Rusia, que está luchando en Siria al lado de Assad; esto significa que hemos alcanzado un clímax. Los líderes norteamericanos afirman que el ataque fue un error, pero los bombarderos norteamericanos no pueden haberse confundido”. Más adelante el mismo Dugin se preguntó: ¿cómo reaccionará Moscú, Putin y el Kremlin ante este hecho? “Aún no se ha cruzado el punto de no retorno; los líderes globalistas de EEUU (N. de R: se refiere a la cúpula del Gobierno norteamericano, los esposos Clinton y las poderosas corporaciones que apoyaron la candidatura de Hillary), obviamente pretenden gobernar el mundo entero y lo que es peor, la amenaza que representa Trump, pone en cuestión su propio control sobre EEUU”.

Dugin afirmó que los neoconservadores norteamericanos necesitan la guerra rápidamente antes de que sea demasiado tarde. “Si Trump llega a la Casa Blanca no habrá tal guerra, al menos en un futuro previsible y esto significaría el fin de la omnipotencia de las élites globalistas. Los ideólogos de la OTAN necesitan la guerra antes de las elecciones norteamericanas. La guerra contra nosotros no tanto por alcanzar una victoria, sino por el proceso en sí mismo”. Dugin se refería a una solución por el desastre. “Para prolongar su dominio y desviar la atención de los estadounidenses y de todo el mundo por sus interminables crímenes y fracasos. Muy pronto van a tener que abandonar el poder y presentarse ante una corte de justicia. Solo la guerra puede salvarles”.

Dugin se preguntó más adelante: ¿Y qué de nosotros, los rusos? “Nosotros no necesitamos la guerra. No la necesitamos ahora, no la necesitamos mañana. Nunca en la historia hemos necesitado una guerra. Pero hemos luchado constantemente y, de hecho, casi nunca hemos perdido. Nos ha costado grandes pérdidas y esfuerzos colosales, pero siempre ganamos. Y siempre ganaremos. Si no hubiera sido así, ahora no tendríamos un país enorme y libre de todo control extranjero. Pero en esta situación, tenemos que ganar tanto tiempo como sea posible. Los norteamericanos han atacado esencialmente nuestras posiciones, como hicieron los georgianos en Tskhinvali en agosto de 2008. Lo rusos están siendo atacados y no lo podemos ignorar”.

“Nuestra reacción es extremadamente cautelosa y equilibrada -sigue el filósofo-, hemos expresado lo que opinamos de este acto de agresión norteamericana, pero en términos muy meditados. Lo desgraciado de esta situación radica en que si Washington opta por una guerra ahora, entonces no podremos evitarla. Si ellos insisten y repiten situaciones como la del 17 de septiembre, una y otra y otra vez, entonces, nosotros tendremos que aceptar el desafío e ir a la guerra. En esta situación, el resultado de la lucha por la paz no depende solamente de nosotros. Realmente, necesitamos la paz para ganar tiempo hasta el 8 de noviembre (fecha de las elecciones de EEUU), y entonces todo será mucho más fácil. ¿Pero nos permitirá este coloso decadente ganar este tiempo? En todo caso, nuestra única vocación es la victoria, nuestra victoria. Los americanos han bombardeado a nuestros chicos y nunca una Tercera Guerra Mundial estuvo tan cerca”.

Dugin publicó este análisis el 20 de septiembre, un mes y pocos días después de las elecciones en los Estados Unidos. Desde entonces, se han producido varias circunstancias que dan una nueva dimensión a las advertencias de Dugin, pero además confirmarían de manera sorprendente las versiones que apuntan a la inteligencia rusa en las filtraciones de información para afectar la campaña de la candidata demócrata a la Casa Blanca. Veamos:

  • Trump vivió, de forma sorprendente, un mal debate con Hillary Clinton, que presuntamente ha dado más combustible a la candidata demócrata, a la vez que ha crecido el escándalo alrededor de los impuestos que el multimillonario Trump no habría pagado durante años. A ello habrá que sumar algunos nuevos deslices de Trump, como haber calificado como “personas débiles” a los veteranos de guerra que sufren el Síndrome de Estrés Postraumático.Todo ello ha hecho perder apoyos a Trump, a la espera de que las esperadas filtraciones de Wikileaks puedan descabalgar a Clinton de la carrera presidencial.
  • Donde las cosas han empeorado, es en el escenario sirio. Desde que Dugin realizó este análisis, EEUU rompió su colaboración con Rusia sobre toda posible resolución pacífica del conflicto, lo que representa un nuevo paso, decisivo, hacia la guerra que el propio Dugin anunció en su análisis.
  • Putin ha respondido paralizando el acuerdo de eliminación del Plutonio, lo que pone de manifiesto que Rusia no está dispuesta a dar un paso atrás, ni a mostrarse débil.
  • Rusia ha situado sistemas de defensa aérea y antimisiles S-300 en Tartús, en lo que es una maniobra clara para blindarse ante cualquier ataque aéreo o con misiles de crucero por parte de EEUU.
  • Analistas del Think Tank de Dugin, llamaron a dar un paso adelante e invadir todo el sur de Ucrania de forma urgente y sin dar más explicaciones.
  • Por más distraídos que estemos con otras noticias menores, la situación de conflicto entre EEUU y Rusia parece estar en aparente plena ebullición. Que nadie se deje engañar.