Vínculos fraternos, ideología y terrorismo

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Said y Cherif Kouachi, acusados del atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo, eran ‘hermanos de armas’ y de sangre. Un fenómeno frecuente en el terrorismo, según los expertos, ya que la emulación fraterna refuerza la ideología y garantiza aún más el éxito de los ataques.

“La historia del terrorismo está llena de hermanos y hermanas que actúan juntos”, explica a la AFP John Horgan, profesor en criminología. “Es algo muy frecuente” y buscado por las organizaciones yihadistas, agrega.

Entre los 19 piratas del aire del 11 de septiembre del 2001 se contaban tres parejas de hermanos. Existieron también los hermanos Qazi, que tenían planeado hacer estallar una bomba en Nueva York; Mohamed Merah, que atacó una escuela judía en Toulouse, en el suroeste de Francia, y su hermano detenido por complicidad. Sin olvidar a los tres hermanos Duka, condenados a cadena perpetua en Estados Unidos por confabularse contra una base militar.

“Tenemos varios ejemplos en todo el espectro del terrorismo en Indonesia, en Irlanda del Norte, en Oriente Medio (…) Es mucho más común de lo que pensamos”, añade Horgan, psicólogo y director del centro de estudios sobre el terrorismo y la seguridad en la Universidad Estatal de Pensilvania.

Más recientemente, los hermanos Tsarnaev fueron acusados del atentado contra la maratón de Boston. El más joven de los Tsarnaev, que comparece en estos momentos ante la justicia, podría ser condenado a la pena capital. Asimismo, los hermanos Larmond fueron detenidos el viernes en Canadá, sospechosos de terrorismo.

Es este mismo lazo de sangre el que unía a los sospechosos del atentado de París de la semana pasada contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo. Said Kouachi, de 34 años, y su hermano Cherif, de 32, irrumpieron el pasado miércoles en las oficinas de Charlie Hebdo y abatieron a sangre fría a doce personas, antes de morir a manos de la policía tras una búsqueda de casi 48 horas.

“Burbuja hermética”

“Juntos formaban una burbuja hermética, una molécula de extremismo”, constata Arie Kruglanski, profesor en psicología en la Universidad de Maryland e investigador en terrorismo y violencia.

Entre hermanos y hermanas, “hay una conexión social que refuerza las realidades (…) y las ideologías”, explica el experto a la AFP. Los hermanos Kouachi “estuvieron en contacto con la ideología de la yihad (…) y reforzaron el objetivo del terrorismo: convertirse en héroes, alcanzando la gloria y el prestigio”.

Said recibió entrenamiento militar en Yemen, mientras que Cherif quería unirse a la yihad en Irak. Ambos figuraban en la lista negra estadounidense de terrorismo. Por lo general, el hermano mayor influencia al menor, según los psicólogos. Sin embargo, en el caso de los hermanos Kouachi, todo indica que el más radicalizado era Cherif, quien fue arrestado cuando viajaba a Irak y adoctrinado en la cárcel por una figura del islam radical.

En cualquier caso, los hermanos y hermanas se entrenan uno al otro, se influencian mutuamente. “Comparten la misma experiencia de marginación, de falta de integración”, resume a la AFP Jennifer Jenkins, profesora de psicología de la Universidad de Toronto. “Cuando hablan de sus experiencias comunes, influencian al otro, y avivan el sentimiento de marginación y de venganza”.

Así como con el tabaco, el alcohol o la delincuencia, “hay un efecto modelo”, un comportamiento de “maestro a aprendiz”, explica a la AFP Susan Averett, profesora de economía y especialista en la facultad Lafayette, en Pensilvania.

Para cometer una masacre como la de Charlie Hebdo, se necesita un gran resentimiento, un fracaso social o una humillación, concuerdan los psicólogos entrevistados.

Y “el vínculo especial entre hermanos y hermanas hace menos probable que cambien de opinión en el último minuto, su compromiso, la confidencialidad, son mantenidos hasta el último momento, incluso en situación de estrés”, subraya el profesor Horgan. Es por esta razón que los yihadistas buscan reclutar a hermanos. “No hay duda, es algo bastante buscado y mucho más eficaz para un grupo terrorista”, agrega el experto.

Asimismo, es mucho más difícil que los servicios de inteligencia localicen a hermanos o hermanas porque se comunican con normalidad y frecuencia. Por otra parte, el vínculo entre hermanos es tan poderoso, “virtualmente indestructible”, que el riesgo de traición es mínimo, añade el especialista, y que el atentado terrorista terminará, casi siempre, en un baño de sangre.

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