John McAfee, el dios de la ciberseguridad que descendió a los infiernos

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Foto: REUTERS

John McAfee es un enigma. Ha construído una de las mayores compañías de antivirus del mundo, pero es después de este hecho lo que le convirtió en leyenda. McAfee vivió en Belice, donde coqueteó con las drogas y otras actividades ilegales, pero esto es solo la mitad de la historia. Este empresario también tuvo un pasado, quizá un poco turbio.

Empecemos por el principio. John McAfee nació en Reino Unido, a mediados de 1940, aunque un poco más tarde sus padres y él se mudaron a Roanoke (Virginia, EEUU), según un artículo publicado por el portal financiero Business Insider.

Su infancia y su pubertad no fueron fáciles. Su padre, que trabajaba como inspector de carreteras y era alcóholico. Cuando el joven McAfee tenía 15 años, este se suicidó.

Más tarde, John McAfee acudió a estudiar a la escuela Roanoke College, donde comenzó a caer en la bebida. Sin embargo, pronto comenzó a despuntar como un joven emprendedor. Su primer trabajo fue vender revistas a domicilio, con lo que dice que ganó una pequeña fortuna.

Cuando rondaba los 20 años comenzó a trabajar en una empresa de sistemas, lo que le sirvió para adquirir unos conocimientos esenciales sobre informática. Así consiguió un trabajo en Missouri Pacific Railroad, donde ayudó a la empresa a usar un nuevo sistema informático de IBM para ayudar a ajustar los horarios de los trenes. Mientras trabajaba aquí comenzó a coquetear con las drogas: se inició en el consumo de LSD, según Wired. También cuenta la revista que una vez se hizo con una bolsita de una droga psicodélica, DMT, y que como no sintió nada tras drogarse con una cantidad mínima decidió terminarle el paquete entero.

Su siguiente paso fue mudarse a Silicon Valley, en 1970. Allí tuvo numerosos trabajos en varias compañías tecnológicas mientras seguía abusando de las drogas y el alcohol. No consiguió estar sobrio hasta 1983, cuando decidió buscar ayuda. Se sintió solo y asustado porque pasaba sus días sentado en su escritorio de la empresa para la que trabajaba, Omex, esnifando cocaína y bebiendo una botella de whisky al día.

En 1980, McAfee comenzó a trabajar en Lockheed, una empresa del mundo aeroespacial. Por aquel entonces, los ordenadores eran aún relativamente nuevos. En 1986 se conoció la primera infección a un ordenador por parte de un virus. McAfee leyó y se informó sobre estos programas que se infiltraban en los ordenadores y decidió crear su propia empresa para luchar contra este software maligno.

McAfee Associates despegó. A finales de 1980, la compañía ya estaba facturando cinco millones de dólares al año y algunas de las compañías más grandes del mundo ya usaban su antivirus. Gracias a la aparición de un virus llamado ‘Michelangelo’ McAfee llegó a la gente de la calle y su negoció creció como la espuma. McAfee llegó a embolsarse unos 100 millones de dólares en 1994.

Pero en 2008 su castillo de naipes se vino abajo. La crisis financiera de 2008 le afectó bastante: su fortuna pasó de los 100 millones de dólares a tan solo 4.

A finales de la década de los 2000, McAfee decidió vender sus tierras y mudarse a Belice. Allí se le encendió la bombilla: iba a fundar una empresa, llamada Quorumex, junto a un microbiólogo llamado Allison Adonizio para crear un producto hecho a base de plantas que fuese capaz de combatir las enfermedades. Por lo visto, odiaba los antibióticos.

Pero las cosas se empezaron a torcer. McAfee pensaba que estaba siendo vigilado todo el rato. Comenzó a frecuentar un bar como conocido como el ‘Bar de los Enamorados’, solo para ver cómo entraba y salía la gente de allí. Se obsesionó y dejó de tener contacto con la sociedad.

En 2012, murió un vecino suyo a tiros y el Gobierno de Belice lo interrogó por el asunto. McAfee huyó y se refugió en Guatemala, pero fue arrestado al poco tiempo por haber entrado ilegalmente al país. Durante su detención, el empresario sufrió una serie de problemas de salud relacionados con el corazón. Finalmente, fue expulsado de Guatemala y devuelot a EEUU.

Después de esto, los medios de comunicación se revolucionaron. Todo el mundo quería saber quién era él realmente y, sobre todo, si estaba loco. Ahora McAfee descansa en Portland, Oregón, donde escribe sobre seguridad, privacidad y libertad.